Publicado: 26 de Diciembre de 2015

La laringoestroboscopia es una prueba de diagnóstico por la imagen que permite al médico foniatra visualizar las cuerdas vocales en movimiento, es decir su dinámica, para poder diagnosticar con precisión una patología vocal. 
Las cuerdas vocales ondulan a una velocidad que no puede ser percibida por el ojo humano ni por una cámara de vídeo que utilice una luz convencional de iluminación. Sin embargo, si se sustituye la luz normal por un tipo de luz llamada luz estroboscopica vemos vibrar u ondular las cuerdas vocales como a cámara lenta. (Algunas discotecas utilizan luces estroboscópicas en las pistas de baile y dar así la sensación visual que los que bailan lo hacen a cámara lenta).
Básicamente, consiste en la iluminación de las cuerdas vocales con ráfagas de luz a una frecuencia similar a la frecuencia de vibración u oscilación de las cuerdas vocales, de esta manera se pueden observar detalles que no se perciben con una técnica convencional como la laringoscopia.
Para ello se introduce en la boca del paciente una óptica en forma de tubo rígido que se apoya sobre la lengua, por dentro del tubo pasa la luz estroboscopica que ilumina la laringe.
Es una prueba sencilla, indolora, rápida y como mucho puede desencadenar cierto reflejo nauseoso al paciente.
La laringoestroboscopia es la principal prueba para valorar los problemas de voz. Nos da una imagen ampliada que grabamos en vídeo para su posterior estudio y que el paciente vea sus lesiones y se conciencie de su problema vocal.  





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